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1. |
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2. |
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Tengo un idiota dentro de mí, que llora,
que llora y que no sabe, y mira
sólo la luz, la luz que no sabe.
Tengo al niño, al niño bobo, como parado
en Dios, en un dios que no sabe
sino amar y llorar, …
Tengo a un idiota de pie sobre una plaza
mirando y dejándose mirar, dejándose
violar por las miradas, y llorando por la luz.
Tengo a un niño solo entre muchos, as
a beaten dog beneath the hail, bajo
el terror de la lluvia que llora, y llora, hoy por todos,
mientras el sol se oculta para dejar matar, y viene
a la noche de todos el niño asesino a llorar
de no saber por qué, de no saber hacerlo
de no saber sino tan sólo ahora
por qué y cómo matar, …
fue la vida un día antes
de que allí en la alcoba de
los padres perdiéramos la luz.
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3. |
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Digo yo si este espejo vale para que tú seas
frente a mi imagen arruinada, si este espejo
vale para los dos y si este cuerpo
canta en tu sexo y brilla
algo la cópula bajo la cúpula del techo,
digo yo si tú quieres que mi vida sea,
ahora que mi alma se quiebra entre los dos,
como por un abrazo.
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4. |
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He pecado sobre mi pecado,
mi jodido gaznate
nació para desnudarse…
Dime, amor, adónde vas
en este amanecer de sueños.
Dime, amor, mentiras piadosas
dame, amor, pan de tus labios.
He pecado sobre mi pecado
viviré siempre equivocado.
Corrupto cómo la penicilina
no hay destino en mis manos.
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5. |
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Yo sé que tu sed la mitigas bebiendo mi llanto.
sé que moriré y tendrás mi corazón en un frasco.
Siempre te temí, tenías mi vida encerrada en tu boca,
Siempre le temí a tu ausencia convertida en mi sombra.
Son tus ojos que matan
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6. |
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Es en la noche el abrazo del solitario
en la noche en que llueven pájaros
e hila el puerco la canción de la desgracia
en donde llueve
y llueve como si nunca hubiera de escampar
como si el rostro de la vida fuera el de la lluvia
y fuera la lluvia mi único rostro
…
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7. |
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Todo aquel que atraviesa el corredor del Miedo
llega fatalmente al Último Espejo
donde una mujer abrazada a tu esqueleto nos muestra
cara a cara el infierno de los ojos sellados
de los ojos cerrados para siempre como en una máscara
de muerta representando en el más allá el teatro último:
así miré yo a los ojos que borraron mi alma
así he mirado yo un día que no existe en el Último Espejo
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8. |
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Una cucaracha recorre el jardín húmedo
de mi chambre y circula por entre las botellas vacías:
la miro a los ojos y veo tus dos ojos
azules, madre mía.
Y canta, cantas por las noches parecida a la locura,
velas
con tu maldición para que no me caiga dormido, para que no me olvide y esté despierto para siempre frente a tus dos ojos,
madre mía.
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9. |
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Yo soy solo mi perfil.
Cuando la nieve cae de mi rostro
nada se ve.
Cuando la Nieve caiga
no estaré ya.
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10. |
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Dios me proteja de pensar como esos
hombres que piensan solos y
viven por ello de olvidar lo
que pensaron ...
Dios me proteja con más que su nombre,
Dios me proteja de ser un anciano
al que todos adulan y llamen
por el vacío de su nombre …
Rezo … para que aun cuando tarde mucho
en morir y en escribir mi nombre
al fin sobre la lápida puedan
un día decir sobre ese frío
que no estuve loco.
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Trío Mudo ofrece la tercera entrega de su tetralogía de poemas musicalizados, teniendo a Leopoldo María Panero como principal autor. Su poesía sigue siendo para Antonio Acién y Damián Fernández el sentido de este trabajo musical, en esta ocasión se hará un recorrido lírico desde la ruptura de la infancia hasta la vejez. Como preludio, arranca la obra con un lamento de profunda tristeza y abatimiento, “Canción de cuna para los muertos”, una nana para no dormir que da paso al primer poema de Panero, que nos llevará a la perdida de la inocencia en “El noi del Sucre”, donde el niño llora sin saber que le pasa, porque nada volverá a ser igual. Iniciará entonces su doloroso recorrido vital, donde amará y sufrirá, y bailando el desamor a ritmo tabernero y golpes de botella se pone en música el poema “Y vuelta a empezar”, de Panero. En vida le recordarán sus pecados, y con un poema de un joven Javier Corcobado “Pecado en mi pecado” se pone ritmo a ese gustoso remordimiento, a ese incierto destino por lo impío de sus actos que terminará con un zapateado rabioso para expulsar los demonios de la falsa culpa. Como entreacto, un inquietante poema, “Ojos que matan” de Javier Jeth, para cerrar la etapa de la juventud. En la segunda pieza de la obra, la madurez, cuando ya atormenta la realidad reflexionada, cinco poemas de Panero de conciencia existencial, acercándonos al expresionismo de Georg Trakl, que grita en silencio contemplando la lluvia en “A la manera de Trakl”, o reflejándonos en “El último espejo” como cruda visión de lo que somos como individuos y como colectivo, capaces de auto-infringirnos daño con absurdas prohibiciones, generando una sociedad del miedo donde impera atemorizar para adoctrinar, donde “La maldad nace de la supresión hipócrita del gozo”. Termina este tercer volumen con dos poemas que son una reflexión final, por un lado lo efímero de la vida en “Yo soy sólo mi perfil”, y por otro una plegaria a la vejez, interpretación de Leopoldo María Panero sobre el poema “A Prayer for Old Age” de William Yeats, una versión muy personal y reivindicativa sobre la negación de su supuesta locura.
released February 15, 2020
Música de Antonio Acién y Damián Fernández Ruiz.
Poemas de Leopoldo María Panero, Javier Corcobado y Javier Jeth
Grabado, producido y masterizado por Máximo R. Bandera en Hollers Analog Studio (Málaga), 2018-19.
Mezclas: Máximo R. Bandera y Trío Mudo
Diseño Gráfico: Manolo Luque
Edición: Trío Mudo
Contacto:
triomudo@hotmail.com